lunes, 28 de enero de 2013

A MANERA DE INTRODUCCIÓN


"El ser humano es un ser que se hace preguntas, sobre la realidad que le rodea (mundo), sobre sí mismo (hombre) y sobre el objeto de un deseo desconocido e indescifrable que el hombre lleva inscrito en el centro de su corazón (Dios) y que le conduce a preguntarse por el fundamento y el fin de su vida y de la historia en la que él participa, como sujeto personal y colectivo. Con la tradición filosófica y teológica agustiniana podemos decir que el hombre es pregunta, es inquietud y cuestión en sí mismo.

La pregunta por Dios no es una pregunta como otra cualquiera, no es una pregunta que el ser humano se hace, seguro de sí mismo, dentro de un sistema de coordenadas, sino que es una pregunta al sistema de coordenadas como tal, en el que él mismo y la comprensión del mundo que le rodea se ponen enteramente en juego.

Como ha expresado genialmente el teólogo Karl Rahner, la pregunta por Dios lleva implícita la pregunta por la totalidad de la realidad, o dicho de otra manera, la pregunta por la realidad como un todo. Y, por esta razón, la respuesta que el hombre de a esta pregunta radical, no va a depender solamente de una teoría abstracta y racional, sino que en ella están implicadas la libre decisión del sujeto (libertad), sus creencias (o miedos e incertidumbres) más profundas y las experiencias y realizaciones concretas que ese sujeto ha realizado y realiza en la historia (praxis)." Tomado de  Víctor Chacón Huertas, CSsR

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